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| Imagen tomada de portal Pro Colombia |
La
iniciativa de Carlos Arturo, que nace como proyecto de grado de una
maestría que desarrolló en Suecia, busca crear prótesis para niños
discapacitados. "En mi cabeza siempre estuvo latente la idea de las
personas amputadas y pensé en entregarle las mismas capacidades de
cualquier persona a los niños que por alguna razón habían sido
amputados" comenta Torres.
El proyecto, que ya ha sido probado con niños colombianos en condición de discapacidad, ha sido reseñado en portales como Wired y The Guardian. También ha recibido cinco premios en Diseño de Producto y llegó al Index Award,
al lado de proyectos de talla mundial. Todos estos reconocimientos son
fundamentales para la fase de implementación del proyecto, pues, como lo
señala el mismo Carlos Arturo, les dan confianza a posibles
inversionistas.
Al
final, la iniciativa busca no solo proveer a un niño discapacitado de
una herramienta física: una prótesis, un brazo artificial o como se le
quiera llamar. El proyecto va más aún allá de la re-construcción física:
es reconstructor de esperanza, de autoestima, de sonrisas, de sueños.
Cuenta Carlos Arturo una anécdota que ejemplifica perfectamente el
cambio mental y social que supone para estos niños la reconstrucción de
una de sus extremidades.
"Cuando
armamos la nave (uno de los prototipos de prótesis) invitamos a un
amigo de Darío (el niño de la investigación) sin discapacidad. Le
preguntamos qué pensaba de Darío y solo habló de la discapacidad.
Hicimos la nave espacial y le pregunté qué pensaba cuando terminamos.
Solo dijo: ¡yo quiero una de esas! Se le olvidó la discapacidad y solo
pensaba en la máquina"
Con
una campaña para recoger fondos creada por la agencia Publicis, que
también ha recibido premios internacionales, la prótesis de LEGO le
cambiará la vida a muchos niños. Carlos Arturo Torres es la muestra de
que, en innovación, la Respuesta es Colombia
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