Me llamo Luis Alejandro, pero nadie me dice así nunca, así que si quieren olviden en el acto mi nombre; llámenme Lucho (como me dicen en mi familia), Alejo (así me dicen la mayoría de compañeros de la Universidad y otros varios amigos), o incluso, Chulo (alias con una historia para contar en alguno de los programas que vendrán...).
Rolo de racamandaca nacido hace 26 años; apasionado por la música (todo lo que destile algo de talento, pero en especial del Heavy Metal viejito, tipo Metallica, Iron Maiden, Black Sabbath, etc), del fútbol (hincha de millonarios y de Barcelona), de mi hermosa tierra capitalina (la maravillosa y no suficientemente bien ponderada por algunos Bogotá D.C) y de mi profesión: soy un periodista loco (preferiría que me definieran más como un soñador) que ama sentarse en una silla a conversar con amigos y llegar a la casa de todos ustedes, nuestros oyentes.
Tímido por naturaleza, terco insufrible, mal bailarín sin esperanza. Eso sí, un hombre bien intencionado, buen conversador, talentoso en su profesión y amante de todo lo desconocido. Por esto estoy embarcado junto con mis dos compañeros en esta nueva aventura; creemos que vale la pena apostarle a lo nuevo, convicción que se ha convertido en nuestro principal objetivo con la creación de este espacio. ¡Que tengan espacio y fama los que se lo merecen, no los que pagan por ello!
Llámennos locos, razones no les faltan. O soñadores...
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